Al conquistador español Hernán Cortés, se le habló de una gran isla llena de oro y perlas de tamaño y color extraordinarios. Decidido a encontrar la fuente de tales e impresionantes riquezas y para proclamar tan fabulosa isla de las perlas como parte de la corona española, Cortés envió varias expediciones. El mismo Cortés se embarcó en una de ellas llegando el 3 de mayo 1535 a lo que se pensaba que era una isla. En conmemoración a su llegada colocó tres cruces en esta tierra que bautizó como Santa Cruz. Este es el lugar en el que ahora está situado Rancho Las Cruces donde aún permanecen las réplicas de piedra de estas cruces. Parte del terreno conocido como Santa Cruz por los primeros exploradores sería llamado más tarde Las Cruces. A pesar de que no encontró oro, Cortés encontró perlas de asombrosa belleza
Con el paso de los siglos las costas de Las Cruces, Isla Cerralvo y la Isla Espíritu Santo han sido reconocidas por sus extraordinarias perlas, en 1900 se dio una disminución en la producción de la madre perla y en 1929 la industria de las perlas en Baja California Sur era cosa del pasado. De pie, justo en el mismo lugar en el que 400 años antes una vez estuvo parado Cortés, Abelardo L. Rodríguez Montijo contempló la salida del sol que proyectaba una extraordinaria gama de colores reflejada en el tranquilo mar. Vio los restos de las chozas de paja, pozos de agua y los acueductos que algún día regaran los bellos huertos tropicales y las palmeras nativas, se dio cuenta entonces, que si bien las perlas se habían terminado, Las Cruces aún podría albergar un gran tesoro. Más aún, estaba seguro de que el encanto de 4,000 hectáreas con más de 11 kilómetros de costa privada sería gratificante para quienes debe enfrentar el día a día con enloquecedoras multitudes y abrirse paso a través del tráfico congestionado. En 1948 él y su bella novia, Lucille Bremer decidieron convertir Las Cruces en un pequeño resort de lujo.
Fue así como nació el turismo en el estado de Baja California Sur. El éxito de Las Cruces motivó a Abelardo (Rod) para construir otros centros turísticos de clase mundial en la Baja. El Hotel Palmilla, que abrió en 1957 todavía se considera la estrella más brillante de Los Cabos (ahora llamado One and Only Palmilla), así como el Hotel Hacienda en Cabo San Lucas.
Sin embargo, Las Cruces siempre fue el lugar al que Abelardo y su familia llamaron hogar. Aquí construyó su casa, así como la de otros de sus queridos amigos y socios como Robert Fisher, Desi Arnaz, Bing Crosby, Charles Jones y Roger Bacon. Casa Fisher se llama ahora Hacienda Santa Cruz. Las Cruces sigue ofreciendo a sus distinguidos miembros la misma belleza natural, tranquilidad y encanto. El Resort ganó notoriedad y fue visitado por innumerables celebridades tales como príncipes, presidentes, mandatarios y estrellas de cine así como por aquellas personas cuyo único deseo era experimentar la aventura de una tierra que hasta entonces había sido inaccesible para la mayoría.
Le invitamos a entrar en este lugar que está más allá de sus sueños ¡visite el exclusivo Rancho Las Cruces y sea miembro por largos años!